Hoy 1º de noviembre de 2008, inicio esta página. Aunque algunos amigos ya comentaron antes. Me encontraron porque colaboro en un blog amigo como "Rolito", un Rolito para gente más adulta en "Las fiestass del castillo"
En la cabecera de página, las imágenes, no son más que la expresión de mi deseo. El video musical también es una forma de expresión de mi deseo, el que estoy segura de que ustedes comparten.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Autismo. Tendencias científicas. (Parte 4)

Supe de un niño con parálisis cerebral que cayó de gran altura y, mientras yacía malherido, su madre oraba en lugar de pedir asistencia médica. Decía que confiaba en Dios, pero que lo que sucediera, sería su voluntad. El niño falleció.
Escuché de la madre de un niño autista, que la abuela del pequeño atribuye la enfermedad al castigo de Dios por haber concebido al niño con un hombre que dejó a su familia por ella.
Ante la ignorancia sobre algunos temas, tendemos a echarle la culpa a Dios, al Diablo, a las brujas, a los duendes, a la magia negra, etc... Todo esto es muy cómodo y nos libera de responsabilidades. Nos libera de las responsabilidades, pero ¡cuidado!, no nos libera de las consecuencias de nuestras irresponsabilidades.
No quiero especular, aquí, sobre la existencia de Dios. Pero si todo lo que sucede en este mundo es su voluntad, también es la voluntad de Él, que la ciencia avance y resuelva problemas.


Hasta hace muy poco tiempo se pensó que el autismo era un desorden psíquico. Que era el resultado del tipo de relación entre padres e hijos (falta de amor, de comunicación, de atención a los niños...), aún desde el seno materno (etapa prenatal). Las terapias psicológicas ayudaron y siguen ayudando a los familiares de un autista, pero poco resuelven sobre el autista mismo.

Pero la ciencia siguió avanzando. Se observó que muchos niños, sanos hasta los dos o tres años, manifiestan los síntomas del autismo después de ser vacunados. Síntomas que se acentúan con cada vacuna. Se piensa que esto es el efecto del mercurio que contienen las vacunas como preservante.
El mencurio es tóxico para el organismo (VER), actúa sobre las neuronas causando daños como el que nos ocupa (autismo), en niños; y otros tipos de daños, en adultos. Se afirma que el que se adquiera autismo por mercurio, depende de la sensibilidad de cada organismo a dicho metal.
Debemos aclarar que no sólo las vacunas pueden intoxicar con mercurio (VER), que el mercurio puede llegar al organismo por otras vías, que existen vacunas que no lo contienen y que también hay otros metales pesados que tienen que ver con las intoxicaciones de los individuos.


A partir de estas observaciones se distinguió entre autismo congénito (VER) y adquirido. Se habló de que el primero es incurable y el segundo tiene solución, mediante la desintoxicación.

Pero la ciencia siguió su curso. La genética encontró que existen genes mutados (genes que se han modificado, en este caso, para mal) (VER). Confiemos en que se encuentren los motivos, y los tratamientos para éste problema. Confiemos en que la desintoxicación pueda resolverse aún para los casos de autismo congénito. Ya hay algunas corrientes científicas que están aplicando un tratamiento sobre el metabolismo (VER), y parece que los resultados son alentadores.

Y sobre todo, no tomemos nada científico como definitivo. El conocimiento científico es falible y, por lo tanto, perfectible. Los adelantos tecnológicos ayudan a que esto sea así. A medida que se obtengan instrumentos de mayor precisión para las observaciones, se sabrá más sobre las causas y tratamientos de enfermedades que hoy se consideran incurables.
No nos desalentemos, consultemos cuantas páginas podamos sobre ciencia y/o tecnología; y cuando lo hagamos tengamos en cuenta la fecha de publicación de la misma para estar seguros de que, por ahora, es todo lo que tenemos. Llevemos nuestras inquietudes y dudas a los profesionales y si sus respuestas no nos satisfacen, consultemos con otros; nuestros hijos valen el esfuerzo, ellos y nosotros lo merecemos.

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